LA VIRGEN DE A ROCHA (BAIONA)
La primera piedra se colocó en 1910, poniendo sobre ella una pequeña caja de zinc con dos monedas de oro, dos de plata y dos de bronce, amáis de una copia del acta de tal acontecimiento.
Debido a las dificultades económicas surxidas durante las obras, la ejecución del monumento fue lenta, llegando incluso a suspenderse en varias ocasiones. En una de ellas, cuando el monumento había rebasado la mitad, se decide reducir su altura, suprimiendo un tramo del centro. Esta circunstancia quedó patente en la imagen, en la que se puede apreciar el brusco cambio.
A pesar de todo, el día 14 de septiembre de 1930 se festeja su inauguración con diversos actos y ceremonias religiosas y paganas, que aún hoy se repiten el último domingo de agosto, a los pies del monumento.
Esta imagen cuyo manto arranca de la misma roca de la colina del monte llamado Sansón, se encuentra a 100 metros sobre él nivel del mar. Tiene una altura de 15 metros desde la base, tajada en piedra, la excepción de la cara y los brazos que son de mármol blanco esculpidos por el escultor madrileño Ángel García Díaz.
Su corona está rodeada de un nimbo de azulejos y piedra que descansa sobre los hombros. El interior del monumento está hueco y contiene una escalera de caracol de 45 escalóns que permite subir a la carabela que la virgen sostiene en su mano derecha, con capacidad para 7 personas y que ven siendo un asombroso mirador desde donde contemplar la inmensidad del Atlántico así como de Baiona y el Val Miñor.